La quinzena de las chicas llega a su fin. Después de pasar unos días en las eólicas navegamos hacia Pontini, frente Nápoles, con Procida y su caos de casas sobrepuetas en enrebesadas calles de fachadas multicolor, Ponza quizá de todas ellas la más turística y repleta de barcos, barquitos, dinguis, ferrys y cualquier objeto flotante imaginable, Ventotene y su precioso faro blanco junto a la bocana del puerto romano escavado en la roca con su rampa zigzagueante de fondo, así que es tiempo de dejar paso a otros grupos para que puedan disfrutar de todas ellas.
Navega con el velero Mabrouk
lunes, 16 de agosto de 2010
La quinzena de las chicas llega a su fin. Después de pasar unos días en las eólicas navegamos hacia Pontini, frente Nápoles, con Procida y su caos de casas sobrepuetas en enrebesadas calles de fachadas multicolor, Ponza quizá de todas ellas la más turística y repleta de barcos, barquitos, dinguis, ferrys y cualquier objeto flotante imaginable, Ventotene y su precioso faro blanco junto a la bocana del puerto romano escavado en la roca con su rampa zigzagueante de fondo, así que es tiempo de dejar paso a otros grupos para que puedan disfrutar de todas ellas.
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