Navegando y aprendiendo en el puente de noviembre

A pesar de que todos los pronósticos auguraban un puente pasado por agua, la realidad ha sido totalmente diferente para disfrute de todos los que hemos gozado de cuatro días de radiante sol, con bañito incluido en la popa del Mabrouk frente a la costa de Cambrils, !y en noviembre!, ni que decir del entusiasmo de los tripulantes que no esperaban poder darse un chapuzón a estas alturas!

Hemos disfrutado de un viento suave y un mar tranquilito que nos ha permitido aprender y practicar maniobras en el velero, preludio del curso que alguno de ellos realizarán a mediados de noviembre. 

En definitiva un grupo fantástico que ha gozado del mar, del Mabrouk y del solecito, pero sobretodo de la compañía!

Flores, Azores

Uno de los objetivos de mediados de agosto era llegar a Flores, la isla, junto con Corvo, más recondita de las Azores. Era todo un reto ya que entre las islas centrales y Flores hay un día entero de navegación y un puerto enano dónde el Mabrouk cabe tan sólo en un par de sitios. Así que nos la jugabamos a ir y tener que dar media vuelta en caso de estar lleno. Pero los astros nos fueron favorables y conseguimos nuestro objetivo. Todo aquel que había visitado Flores coincidía en que era una de las islas azoreñas más bonitas. Y si ya era difícil superar al resto visitado hasta el momento, ésta pequeña y remota islita nos cautivó sin dudarlo. Calderas con lagos en su interior, rios de hortensias y otras flores bajando ladera abajo, una tierra roja salpicada de variedades de musgo y liquens, buf!! no hay palabras, hay que verlo!

de mar a montaña y vuelta al mar

Empezamos agosto en plena forma y con el barco lleno. Vuelven con nosotros los fieles tripulantes que año tras año se apuntan a las propuestas viajeras del Mabrouk. Este verano las Azores nos acogerán con cariño des del medio del Atlántico. Navegamos de isla en isla sorteando olas de un par de metros y rachas de viento de 35 nudos. Todos pasamos por el timón con ganas de catar las olas atlánticas. Una vez en tierra alquilamos una mini van con Mireia al volante que nos pasea por todos los rincones de las islas que siguen repletas de hortensias en flor, paisajes envueltos en niebla, acantilados de infarto, vistas de Pico y su magnífica montaña, faros desterrados tierra adentro por la erupción de un volcán submarino o bien destruidos por un terremoto. Y cuando el sol empieza a esconderse detrás de los pastos moteados de vacas blancas y negras volvemos al Mabrouk para seguir nuestro periplo en la isla vecina.

Cómo nos gustan las Azores!

Después de 20 días con Maria, Manu, Jesús y Jon, el Mabrouk vuelve a descansar unos días en Terceira a la espera del próximo grupo. Con ellos hemos vuelto a disfrutar con los delfines jugando en la proa del Mabrouk cada vez que el barco asomaba la nariz por la bocana del puerto, en Sao Jorge y sus inpresionantes acantilados, en Graciosa y su autèntico pueblecito de pescadores, en Faial y su cosmopolita Horta y la aristocrática ciudad de Angra do Heroismo en Terceira. Todo ello aliñado con un tiempo fantástico, calorcito durante el día con chapuzones en las piscinas naturales que tienen habilitadas por toda la costa y fresco por la noche, y como no! nuestros restaurantes preferidos con una carne de ternera exquisita y unos pescados frecos y baratísimos!.